^^
From: Noémi del Noroeste
To: ******
Subject: Calamares a la Romana (Menú del día)
From: Noémi del Noroeste
To: ******
Subject: Calamares a la Romana (Menú del día)
Hum, creo que necesito un prólogo.
((("Stiassss, un prólogo..." pensarás, con ironía y con toda la razón del noroeste peninsular...)))
Romano le llamo yo a David Bowie desde que lo empecé a escuchar compulsivamente hace tres años o así. Hasta entonces, Bowie había sido para mí el típico artista inglaterro con un ojo de cada color que tenía temas majos pero al que no le hubiera dado más de un seis, siendo el diez los Beatles y el cero Camilo Sesto. Por motivos con los que no quiero aburrirte en este momento, me puse, como decía, a escucharlo compulsivamente, y el apodo de Romano le vino porque todos los caminos musicales de los últimos treinta años llevaban a él. Fue una curiosa etapa de descubrimiento, reconocimiento, uso y disfrute de los 5 gigas de música que el tío viene reuniendo desde el "Early On" del 64. Romano. Es creativo y especial, y me ha dado muchas cosas gratis. Una de ellas es la libertad de hacer música en plan calamar. A la Romana. Tiene tantas canciones que él mismo saca un libraco de letras en algunos directos, porque si no, dice que le es imposible acordarse de todas, y muchos temas los cambia sobre la marcha, los canta al revés y así sucesivamente hasta obtener una colección de facetas o covers de sí mismo, con tantas ramificaciones o tentáculos que no es que parezcan un calamar, es que lo son.
A la Romana le llamo yo, por ende, a hacer las cosas a la manera de uno, "My Way", como berreaba también Flan Sin Nata, y no preocuparse demasiado del resultado, o calamar.
Por otro lado, creo que ya va siendo hora de que sepas que yo soy muy mala música. No es modestia mal entendida, créeme, soy un par de muñones a una flacucha pegados. Llevo muchos años, toda la vida, tocando la guitarra y canturreando, pero eso no significa que lo haga bien. Lo hago mal, muy mal. Fui autodidacta toda la vida, y así me fue... sólo lo hago porque me divierte y me saca las endorfinas a relucir, lo mismo que otros hacen yoga o deporte, yo agarro a la Evangeline y racatán racatán racatúm racatúm chiquitaspaspúm. Nunca he destacado en nada, aunque he hecho de todo, y es porque soy más emprendedora que constante. A mí me rechifla apuntarme a un bombardeo o a una ronda de aspirinas, pero luego no se puede esperar que lleve a término ninguno los cienes y cienes de proyectos que me invaden la cabeza y, a veces, el corazón. Por eso lo hago todo a la Romana, o como dice Teté: "A la que te jodí", expresión que me hace suma gracia por lo preciso y cañí.
Y bueno, lo de ponerle nombres a las cosas y personas (Romano, Evangeline, Federico, etc...) es una costumbre feísima que tengo de nacimiento y que no me puedo quitar ni frotando con Nanax, así que hay que aceptarme como soy, vive y deja vivir, o en mi caso, bautiza y deja bautizar. Nadie es perfecto.
Taba yo pensando el otro día que no tenemos por qué hablar de marihuana, lo sabes.
A menos que queramos, por supuesto.
Podemos hablar de lo que sea. De la vida de los osos polares en otoño, o de las ranas esas que se congelan, que yo siempre he pensado que serían el artículo de broma perfecto, o de la Santa Inquisición. Mismo del tiempo.
Me gusta conocerte. Cuanto más te conozco, más me gusta. Y jobar, me gusta la gente que me gusta. Parece una tautología, y en efecto, lo es, porque no hay realidad más pura y dura - a excepción de la piedra de Portland - , ni verdad más evidente. Me gusta mucho que me gusten las personas, pasa tan poco, me desata las dichosas endorfinas y me deja sedadita una semana.
Así que ya sabes el plazo, jojojo!
Me parto, te lo digo en serio y en sirio.
Hay que joderse lo que me obligas a escribir.
FIN DEL PRÓLOGO.
Toste rollo patatero se debe principalmente a dos motivos: que es sábado por la mañana y no me apetece más que perder el tiempo, todo con tal de no ponerme a fregar los cacharros o realizar alguna otra tarea igualmente poco gratificante, y que he estado martirizando a Evangeline estos dos últimos días, a ver si consigo sacar algún calamar que no dé vergüenza propia ni ajena y que no haga sangrar los tímpanos al segundo acorde, hehehe...
Así que para que no quede sin asunto este emilio, te contaré dos secretos que se rumorean por los pasillos. Te cuento primero el malo, para que luego el otro te haga ilusión (truco barato de palabrista aficionada).
El malo: Como purista que soy, me sienta fatal decir esto, porque desearía ser una música vituosa en lugar de una violadora de Evangeline (((no, no tuve el valor de llamarla Federico...))) y no tener que hacerle nada a tu letra de letrista, pero, entre otras cosas, tengo que repetir "... just for free" al menos otras dos veces. Lo siento. Intento evitarlo, pero no hay manera, he de repetirlo al final de cada estrofa. La maniática compulsiva de la simetría que llevo dentro, luchando por salir, lo sé, le daré una colleja de tu parte la próxima vez que la vea. Te endoso un adjunto con mis cuitas musicales, y sus posibles soluciones, que haberlas haylas, a ver qué opinas.
El otro: Como vendrás sospechando a estas alturas, ya casi tengo una idea remota y prehistórica de mi/tu cover. Tanto que hasta la he tocado en público y no me ha tirado (mi primo) tomates. Al contrario, le supo bastante bien (¿sería amor de primo?). No le puse la tuya, primero por respeto a tu intimidad, y aparte porque así, si escucha primero la mía, cabe que le guste más :D
Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto de la guerra de Vietnam.
El lunes, en cuanto abran la farmacia, te compro siete kilos de Ibuprofeno, lo prometo.
Noémi.
PS: Ay tú, felices vacaciones, qué envidia más insana me produce el hecho de currar mientras otros disfrutan de un merecido barbecho... En septiembre se va a enterar el mundo de lo que está hecho este tobillo de gamba! :D
^^
No comments:
Post a Comment