Thursday, 11 December 2014

Candelarias

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Dicen de mi idolatrado Candel que era uno de los que más prólogos escribían...

*San* jodido...





- "Unmomentounmomentounmomento, creo que necesito un prólogo..."

- "Stiassss, un prólogo..." leo exclamar.





Y añoro al Candel y Al exclamante, y pienso que estamos en desuso, como la preposición "cabe", y que sólo cabemos (sic.) en el leng. poét., como sostiene la R.A.E. Mierda pa'la R.A.E., perdón, pos. Sólo limpia, fija y da esplendor. Ni siquiera habla ingés como yo, con acento de allá donde me suelten...





Da igual, nosotros a lo nuestro. Pero añoro a mi Candel, y a mis Albertos, a los pajaritos que se aliviaban en el alféizar de mi ventana cuando los dinosaurios dominaban la tierra. Je.

¿Acaso existe preposición más "pre(posicion)ciosa" que "cabe"?

Candel: Si no lo has leído, tú te lo pierdes. Pilkunnussija que es una, a mucha honra, la poca que le queda (eso, y la bomba lapa).





De Paco Candel lo heredé todo: el palabrerío, la redundancia, el "me la pela, insisto", los interminables prólogos, diálogos y epílogos, los excesos de excesos, lo contrario de lo contrario (es lo mismo), la obsolescencia preposicional, el gusto por hacer de mi capa un sayo, lo que no vale la pena, lo que sí, y hasta la tilde diacrítica: sólo éste y ése. Todo excepto Evangeline (((hay un post para cada maestro...))) Casi todo se lo debo al Candel. Pero no todo.


Algún pedazo pequeño se lo debo a mis dos (2) lectores. Tú entre entre ellos. Tú, sí tú.





:_) e incluso :_(





Pero sobre todo :)





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Tuesday, 23 September 2014

Del siglo veinte

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Niñ@s, esto no son mechas californianas.

Por primera vez en mi vida, leo - atónita y ojiplática, serán las lentillas y la vista cansada, je - citar a alguien como "del siglo XX".

No digo que no haya ocurrido antes, sólo digo que hoy, por primera vez, leyendo una web de relativa actualidad, yo, en carne y hueso, como persona humana, que no rumana, me encuentro a un dentista (¿será el que por fin dio su brazo a torcer, y ahora TODOS recomiendan chicle sin azúcar?) al que se califica o define como "del siglo XX", insisto (como si no se hubiese ya entendido solo).

Adjunto pantallazo.

El tipo resultó haber abandonado el mundo de los vivos en 1948, cosa que sé gracias a una que parece nueva (pero ¡ja!, rite tú de la leona…), que me aclara, escurre y tiende a secar que Weston A. Price llegó a ser, al principio de su vida, incluso ochocentista. Me quedo más tranquila y sigo usando mi Sony Walkman :) Como oí una vez hace años (y luego os sorprendéis de mi sordera), "los Beatles son unos que están todos muertos, que sólo salen en blanco y negro..."

Yo personalmente usaría el política y factualmente correcto "Weston A. Price, (1870-1948)" en lugar del más ambiguo y posiblemente alergénico "Weston A. Price, a dentist from de twentieth century."

Esto suponiendo que me dejasen editar Internet en particular (je) y el mundo en general. Porque el mundo está lleno de fallos editables y porque yo estoy hecha una tachadora compulsiva (“Se ríe malévolamente…” aseguran mis alumnos, que son muy redichos con los adverbios porque los pobres lo heredan de mí).








Yo soy del siglo XX, de cuando los telefonillos del portal eran modernos comparados con la técnica del grito pelado, de cuando “tecnología punta” se refería al afilalápices de manivela anclado a la mesa de la seño, de cuando no hacías fotos (ni falta que te hacía) de cada puto caldo de berzas, de cuando la música sirvió para algo y de cuando nacimos casi todos los que leemos esto *pagando nuestra propia conexión*.

Así que, como lingüista del siglo XX (me lo dejo de firma), permaneceré estupefacta un rato y, acto seguido, continuaré con mis quehaceres.

Y acabaré tiñéndome las *mechas*, lo veo venir... ¬¬


The proof




Y ya no he podido seguir leyendo y no me he enterado de cómo acaba la historia de la leche cruda, ni sabré jamás si Weston A. Price recomendaba chicle CON azúcar :(





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Friday, 22 August 2014

The *New* Friday Post #13# o Candy

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Aviso a navegantes: El nombre es temporal, hasta que se me ocurra algo mejor, o no, pero me niego a llamarla "la nueva" o "la Fender", porque yo nunca he sido clasista, y además porque no quiero correr el riesgo de acabar refiriéndome a "la Fenderina" (en voz alta).


Queda actualizado mi retrato de Jenny





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Sunday, 20 July 2014

Conversation Piece on Mind Reading

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- ¿Nunca te dejas las uñas largas?

- No, no podría tocar la guitarra. ¿Por qué? ¿Te gustan las uñas largas?

- Sí, me parecen sexies. Pero más sexy me parece una tía que toca la guitarra...

- Erm... Apuesto a que estás pensando en Jenny.



Jenny





Nota bene: Necesito actualizar mi retrato de Jenny. Todavía no os he hablado de Candy :D





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Friday, 23 May 2014

The *New* Friday Post #12# o Haiku de la Primavera del Catorce

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(Pues a lo tonto, a lo tonto, mi deseo de año nuevo va tomando forma...)





Está pasando:
el miedo está cambiando
de bando.





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Wednesday, 12 February 2014

Las cosas no son lo que parecen, son lo que son

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Hoy he seguido un sabio consejo.

No tendrá queja el consejo de sabios.

*No* he seguido a un sabio conejo.


Eso sí, que parezca suicidio





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Saturday, 8 February 2014

Lo que yo vi cuando vi los Soprano

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Me quedo sorprendida al acabar de ver los Soprano pero no por su final, sino porque me cuentan que, en su día, levantó mucha polémica e incertidumbre. WTF?

Vaya de antemano que reconozco que verla en apenas tres semanas del tirón, sin saber más que lo básico y sin spoilers, así en crudo, a farrapellejo, y empaparme hasta el tuétano (¡HASTA EL TUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉTANO!) de la New Jersey profunda una década después de su emisión puede alterar mi percepción de las cosas, pero ¿qué parte no se entiende? ¿qué te llevan contando desde el minuto 1:53? ¿cuánto tiempo más va a estar recogiendo el periódico con Carlo a punto de declarar y todo lo demás atado y bien atado? “You probably don't even hear it when it happens, right?”

Es una gran serie. No es mi serie favorita, pero he disfrutado mucho y variado por los siguientes motivos, que procedo a enumerar:

- Janice. El rol y la actriz. Sobre todo la actriz. Ya tengo nueva actriz favorita. Aida Turturro encarna - literalmente - a uno de los personajes más humanos y divinos I've had the pleasure to have known. Imprescindible en la constelación familiar, poco metraje me parece el que le dieron en comparación con... (misterio, intriga y dolor de barriga: atención al asterisco final). No conocía a Aida y realmente he alucinado con ella. Me parece una belleza dueña de un dominio grandísimo del lenguaje corporal. La mejor intérprete del reparto sin duda alguna. Y qué papel, señoras y señores, qué papelón. Ais.

- La banda sonora. Te soy así de melómana, ya tengo dicho alto y claro que sin vida, la música sería una mierda. Además me encanta que sea precisamente la banda sonora de Tony, y no de la serie. Me gustan los melómanos, me gusta que te guste lo que me gusta.

- El simbolismo, siempre danzando entre lo sutil y lo evidente (i.e. entre el siglo veintiuno y el siglo veinte). Y en esto sí que tiene mucha perspectiva que aportar el paso del tiempo. En los últimos diez o quince años ha habido series cojonudas a patadas, todos crepamos en eso, da gusto ciertamente invertir en la kioskera. La cosa (nostra) es que después de los Soprano ha habido mejores trabajos de simbolismo -(se me ocurre mismamente Six Feet Under, que salió a los pocos años y que, en este sentido, le pega vuelta y media en lo de no rozar ni con un palo lo evidente. Que tampoco, pero es que yo a Six Feet Under la tengo muy endiosada y además más raro aún es criarse en una casa donde puedes robar un pie humano, je. Al menos lo reconozco). Ejemplo de sutil: que no vuelvan los patos. Ejemplo de evidente: el porcentaje de metraje de los últimos 5 minutos que se lleva el sicario, que tiene las cejas más sospechosas que John Doe…



Esas cejas...


- La fotografía. El canal audiovisual, dejémoslo claro, no es mi favorito -miope como un topo y con una tapia curiosa, lo sorprendente es que no tenga (más) moratones-, por lo que lo mínimo que exijo es calidad y buen hacer a este respecto. Y me quito el sombrero. Es para llenar de fotogramas de la serie uno de esos marcos digitales y simplemente que rule.

- Que sí, que Tony. Al principio, durante la primera temporada, no le pillaba el point al asunto. Obvio que todo volteaba alrededor del protagonista y obvio también el tema de la dualidad entre el bien y el mal, el eterno retrato de Dorian Gray, la justificación de la empatía ante la exposición nudista y conjunta de la negrura más profunda del alma humana (en chándal) y su grandeza más sublime (lágrimas de cocodrilo) que, a menudo, acompaña a la primera (a la negrura). Al tema. Gandolfini, un horno Moulinex: más grande por dentro que por fuera, que ya es hablar en estadios de fútbol. Una tragedia lo de este tipo, la de caña que dejó sin darnos. No abundaré en el personaje, porque probablemente ya esté todo escrito, y ni me apetece leer las reflexiones ajenas, ni creo que a vosotros os apetezca leer escribir las mías. Baste añadir que cada uno tenemos nuestro Tony y que es bien que así sea.

- Los créditos: “You have a vowel on the end of your name” ^^ E incluso si no la tienes, como Steve Van Zandt, eres, como mínimo, nieto de calabreses ^^

- La riqueza y miseria de la cohorte spaghetti, partiendo del tío Junior, segundón donde los haya, roble o castaño, y al mismo tiempo, a menudo detonante – jajaja – de los acontecimientos, a quien cuyo declive engrandece, pasando por el pelo de Silvio, la nariz de Chrissy (Helm’s Deep), las tetas siliconadas de las chicas del Bada Bing, el consuelo de Meadow, como su propio nombre indica, la presencia tragicómica de Paulie Gualtieri, otro de mis personajes favoritos y un auténtico gitano donde los blablabla, el triste y prematuro final de Pussy Bonpensiero, el rímel en los ojos de la pobre, patética Adriana, las toneladas de pasta ingeridas durante el rodaje de la serie, el despreciable Richie Aprile, el desgraciado Artie Bucco, y las crecientes protuberancias abdominales de todos ellos (excepto de Paulie, porque siempre va en chándal y por lo del cólon…) hasta llegar a Bobby, la excepción que confirma la regla en cualquier malevaje que se precie y el plusmarca de todos los bandullos que en la serie han sido.

- Las madonnas, qué glamour, qué saber estar, qué fuerza, qué garra, qué garbo, qué elegancia y galanura. Están todas tremendamente bien dibujadas. Ya he babeado sobre Janice, mi – de largo – favorita, qué gran hallazgo. Pero las demás no se quedan cortas… Hortera, eso sí, comes to mind more often than not, and doesn’t seem to leave, pero les aplaudo el gusto y las aprecio por lo cerca que las siento. Las madres españolas son muy parecidas, y yo a la mía la quiero por encima de mi gata y de todo el Everest. Por otro lado, yo personalmente hubiera puesto más bofetones a lo Escarlata y menos uñacas postizas, brrrrrr… Por un último lado, no me gustó mucho la evolución de Melfi, me acabó cayendo gorda por petarda y por cobarde, y por no haberle abierto la cabeza a su psiquiatra con un candelabro. Supongo que tiene que haber de todo. Me gustó mucho la actriz, de todas maneras, me recuerda físicamente en sus movimientos, su sonrisa, y también en su cara de póker, a una amiga a quien quiero :)

- ¡Me sobreencantó el cameo de Vincent Masuka, whatever his real name is, haciendo de médico – Asian actor, you’re cursed - porque ADORO A ESE TÍO!

* Abomino de Anthony, es un auténtico grano en el culo irredento. No merece el metraje que le dedican. El actor, de lujo, oiga, no hay mejor retrato del olor a pedo. Al principio me recordó a Jesse Pinkman en las ganas que me daban de hostiarle, pero Jesse es una sesión de fuegos artificiales con orgasmo múltiple a su lado. Lo que no hace más que aportar valor añadido: los granos en el culo son harto molestos, deal with it! Un asco maravilloso.



Lo que más me ha gustado de todo es la idea genial de cortarla, adulterarla y montar un vídeo de 6 o 7 horas con todas las, a mi parecer, grandísimas escenas que la honran, para darme, de vez en cuando, un Soprano homenaje con un buen plato de rigatoni, una buena botella de Prado Rey – hay costumbres arraigadas, y yo soy republicana hasta cierto punto... - y la imprescindible e inmejorable compañía de quien me la regaló. Mil gracias.





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